Y finalmente, en procura de cerrar este espacio de comprensión y contextualización de la Psicología Positiva vale la pena reflexionar sobre ¿Cuál es la proyección o el futuro de la Psicología Positiva?

De acuerdo con Poseck (2009), en la actualidad se barajan tres caminos posibles que podría recorrer la Psicología Positiva en los tres próximos años:

La Integración teórica completa: tendrá lugar si se logra incorporar los principios de la Psicología Positiva a la psicología, de forma que se produzca una perfecta integración de los aspectos positivos y negativos de la experiencia humana. El futuro de la psicología positiva pasará –entonces- por su penetración progresiva en la práctica profesional de la psicología general, transformándose de forma silenciosa en la práctica común y normal. La normalización de la psicología positiva terminará llevándola a la desaparición y consecuente conversión en simple psicología.

La integración y especialización: La psicología positiva se integrará con la psicología general de forma que aspectos negativos y positivos tengan el mismo peso en la investigación. Sin embargo, las barreras estructurales que siempre persistirán en el estudio de unos y otros aspectos bloquearán la integración absoluta. La investigación en Psicología Positiva no desaparecerá, sino que se constituirá en una especialización de la psicología general. El viaje de la Psicología Positiva no habrá concluido y deberá seguir trabajando en el estudio de los aspectos positivos del ser humano.

La marginalización: En contraste con las dos perspectivas anteriores, es lícito considerar la posibilidad de que la Psicología Positiva derive en una disciplina marginal y fragmentaria que termine por morir de éxito. Puede ocurrir que la focalización en la parte positiva del ser humano no permita integrar los resultados y conclusiones con el resto de la psicología. La Psicología Positiva se convertiría así en una moda pasajera más, que no tendría ningún futuro a largo plazo.

Para que la psicología positiva continúe progresando y avanzando como ha venido haciendo hasta ahora, y para que en el futuro se desarrolle hacia las dos primeras alternativas y no hacia la tercera, es necesario que adopte las siguientes líneas de trabajo: educación de estudiantes y entrenamiento en profesionales, investigación científica, y financiación e interés público (Poseck, 2009)

De cara al futuro, la Psicología Positiva debería buscar superar los conceptos centrados en la patología y elaborar una terminología positiva que complemente las abundantes expresiones negativas tan presentes en la psicología tradicional. De igual forma, debería crear nuevos instrumentos de evaluación, centrados en identificar las cualidades y fortalezas humanas, tanto para orientar el trabajo hacia la prevención y los tratamientos, como para potenciar el desarrollo óptimo de las personas. Y finalmente, debería crear programas de intervención y técnicas dirigidas a desarrollar los valiosos recursos de las personas, los grupos y las comunidades que poseen.

En la actualidad el Dr. Seligman y sus colaboradores en el mundo, trabaja en la validación de un protocolo de intervención clínica con herramientas Positivas, aplicable a diferentes tipos de intervención clínica.